Con el brazo todavía caliente por la tercera dosis de covid –quien ya se la ha puesto- llegan los ecos de la cuarta. No obstante, antes de llegar a ella, Fernando Moraga-Llop, vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), apuesta porque se consolide la tercera. "El tanto por ciento de población de menos de 40 años vacunada con la tercera dosis es muy bajo", avisa Moraga-Llop.
Sanidad ha puesto sobre la mesa que una parte de la población pueda recibir una cuarta dosis de la vacuna contra la covid-19: en concreto, el grupo 7 de la tabla, es decir, las personas inmunodeprimidas. "En principio, con los datos disponibles, lo que vemos es que con tres dosis se consigue un nivel de protección adecuado, excepto en las personas que tienen inmunodeficiencia", señala Ángela Domínguez, coordinadora del grupo de trabajo de vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).
"Con la información que existe en la actualidad, esta cuarta dosis estaría indicada para aquellas personas que tienen una baja respuesta a la vacuna", añade Domínguez. A pesar de que se haya determinado esta estrategia, Fernando Moraga-Llop hace una observación: hay algunos grupos que, aunque se les administren más dosis, "no van a responder". Lo ejemplifica con la hepatitis B, los que se conocen como "no respondedores".
"Para estas personas (las inmunodepresivas) hay que esperar, un intervalo de meses para poder aplicar la cuarta", determina la coordinadora del grupo de trabajo de vacunas de la SEE. En principio, según Sanidad, podrá ser de unos cinco meses después de haber recibido la dosis de refuerzo.
Para el resto de la población, sin problemas de inmunodepresión, "con tres dosis sería suficiente", indica Ángela Domínguez. En cualquier caso, Sanidad no ha adelantado si habrá más grupos a los que podrá comenzar a administrarse la cuarta dosis de la vacuna. "No nos parece adecuado generalizar la cuarta dosis para toda la población -inciden desde la SEE-. Si se puede evitar dar más dosis que no está claro que tengan un beneficio añadido, parece lo lógico".
"Ahora mismo, en España, con los datos que tenemos, no estaría indicado generalizar un uso de la cuarta dosis", aconseja Domínguez, que recuerda que las decisiones se ajustan de acuerdo al nivel de vacunación, los datos, donde hay que hacer más énfasis y la evolución de cada país. La administración de una nueva dosis, "tiene que estar basado en que algunos grupos de la población la inmunidad está cayendo", explica Nacho de Blas, epidemiólogo veterinario y docente de la Universidad de Zaragoza.
"El problema puede ser en personas que tienen un buen sistema inmune, estar recordando todo el rato puede ser contraproducente -expone de Blas-, porque vacunar constantemente a una persona que es inmunocompetente puede generar un acumulación de anticuerpos que no esto usando para nada. Sobrecargar el sistema inmune no es una buena idea". Esta explicación va de la mano del aplazamiento de la dosis de refuerzo para las personas que han superado la enfermedad de forma natural. Lo único que entendería este epidemiólogo aragonés es que se administrara una nueva de cara al otoño que viene, para prevenir los efectos de las posibles olas del invierno.
Por su parte, el vicepresidente de la AEV no ve adecuado administrar una dosis cada varios meses, y apuesta porque la cuarta dosis se haga en base a dos factores: la evolución de la pandemia y que la vacuna se adapte a las nuevas variantes que surjan.
Otra vacuna, pero si es diferente
Esta misma idea apoya Nacho de Blas: "No tiene sentido seguir vacunando con una vacuna que ya no está adaptada a ese virus, sino que es una que está desarrollada a partir del virus original de Wuhan, con algún cambio en la estructura para mejorar la inmunidad".
Hay estudios que han determinado que la cuarta dosis de la vacuna es "parcialmente efectiva" contra ómicron, con una dosis de refuerzo tanto de Pfizer como de Moderna. Es decir, las vacunas que eran más eficaces frente a variantes anteriores, con ómicron es menor.
Europa está "preparada" para la cuarta dosis de la vacuna de la covid
Por ejemplo, Grecia ya ha comenzado a inocular la cuarta dosis a personas inmunodeprimidas, así, en torno a medio millón de personas pueden optar a esta nueva dosis. Stella Kyriakides, comisaria europea de Sanidad, dijo que la Unión Europea está “preparada” para administrar la cuarta dosis si hay "evidencias científicas" que la respalden. Kyriakides recordó que el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) consideran “importante” la dosis de recuerdo para dar una adecuada protección contra complicaciones.
Fuente: Heraldo de Aragón