Hace apenas una semana, la Agencia Europea del Medicamento abrió la puerta a la vacunación frente a la covid-19 de los niños con edades comprendidas entre 5 y 11 años. El repunte de casos en todo el continente (y en medio mundo) ha sido el detonante de esta decisión, que también está llevando a muchos adultos a regularizar su pauta de vacunación. La variante ómicron también ha sembrado la alarma entre la población; a pesar de manifestarse hasta ahora con síntomas leves, sus mutaciones la hacen más transmisible. En cuanto a los pequeños, que han sido en general todo un ejemplo de conciencia y comportamiento en el entorno escolar durante la pandemia, las autoridades sanitarias consideran clave la inmunización en un momento como el actual, ya que son el grupo de edad con más contagios en España, especialmente en el País Vasco y Navarra.
La pauta prevista para los pequeños es de dos dosis de Pfizer (Comirnaty) con un intervalo de tres semanas entre inyecciones, igual que se hizo y se sigue haciendo con los adultos en sus primeras dos dosis. La carga de la vacuna será tres veces inferior a la que se administra a mayores de 12 años. Los estudios previos hablan de una efectividad del 90% en este grupo de edad, aunque naturalmente el porcentaje varía mucho por los condicionantes personales de cada colectivo,
Las reacciones adversas a las vacunas no son distintas a las observadas en el resto de la población, y hasta el momento han sido de carácter leve:
También se ha notado una menor afectación general entre los niños de 5 a 11 años, en comparación a las sufridas por la población vacunada que supera esa edad.