Diario en una sala de espera’: una mirada que muestra un escenario invisible
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8 junio, 2021El estudio liderado por Jorge Rubio y Marta Sánchez pretende que los pacientes que llegan al hospital no tengan que ingresar en la uci o, si lo hacen, corran menos riesgos.
Los pacientes que finalmente acaban en la uci son los que tienen una mayor afección en el pulmón en el ingreso. Esta fue una de las primeras conclusiones a las que llegó el proyecto liderado por Jorge Rubio y Marta Sánchez, especialistas en Medicina Interna del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Tras esta primera parte del estudio, ahora analizan el biomarcador sST2, utilizado habitualmente para las enfermedades cardiacas y que, según los primeros estudios, podría "tener un gran potencial en las patologías respiratorias y pulmonares", con el que se podría diferencias a los pacientes según el peligro de empeorar.
La primera fase se llevó a cabo entre agosto del año pasado y enero de 2021, con el reclutamiento de 151 pacientes que ingresaron en Hospital Clínico con neumonía bilateral por covid-19. En esta primera parte, que se ejecutó gracias a los 10.000 euros que consiguieron a través de la plataforma de 'crowdfunding' impulsada por el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, se pretendía demostrar si la ecografía pulmonar y la cuantificación del daño por covid-19 a través de una escala cuantitativa que desarrollaron ellos mismos –denominada Lung Ultrasound Zaragoza score– permitía identificar los contagiados de mayor riesgo. "Nuestros resultados fueron muy favorables y el trabajo se publicó en la revista European Respiratory Journal", detalla Rubio. Recuerda que ahora hay otros grupos que están empezando a hacer más estudios en esta línea: "La tomografía computerixada es la prueba de referencia, pero al tratarse de una enfermedad infecciosa existe un mayor riesgo biológico". Además, enfatiza, la ecografía también se puede hacer "a pie de cama", todas las veces que sea necesario y sin radiar al enfermo. "Las principales dificultades son contar con el aparato –que tiene un coste de unos 6.000 euros– y la experiencia", explica.
Precisamente la adquisición del ecógrafo supuso la mitad del presupuesto del estudio, que ahora se encuentra en su segunda fase; desarrollada por los grupos de Insuficiencia Cardiaca, del profesor Juan Ignacio Pérez; y el de Fisiología Renal, del doctor Ignacio Giménez.
Segunda fase: biomarcadores
El grupo de investigación básica del doctor Giménez está analizando a partir de muestras sanguíneas de pacientes covid-19 recogidas durante la primera fase, un biomarcador denominado sST2. A partir de varios proyectos internacionales que lo relacionaban con el tejido pulmonar, valoraron si podría tener utilidad para identificar a los contagiados de mayor riesgo. Los primeros resultados parecen prometedores y ya han sido publicados en un trabajo preliminar, redactado por la doctora Sánchez y el profesor Giménez.
El objetivo es continuar analizando si la combinación de la ecografía y el sST2 podrían ayudar en la práctica clínica a prestar una mejor asistencia al ingreso de los pacientes con neumonía por covid-19 y, de hecho, con el apoyo del servicio metodológico del IIS Aragón, ya están estudiando los datos para plantear un proyecto a mayor escala. "La intención es poder instaurar un tratamiento antes de que estas personas empeoren, determinando cuál, en qué cantidad y momento. Todo ello basándonos en datos objetivos", subraya Rubio. No obstante, todo ello dependerá de los resultados que se vayan obteniendo y de la financiación que se consiga, el principal talón de Aquiles de muchos proyectos de investigación.